Historia

1979 – EL ORIGEN

El origen de las actividades de Bralo se remonta a 1979. En un pequeño taller de Madrid, Basilio López inicia su andadura industrial comercializando remaches.

La respuesta del mercado fue tan buena que al poco tiempo se trasladan a Fuenlabrada donde, con una plantilla de 20 empleados, comienza la producción de remaches y remachadoras.

1980 – LA INTERNACIONALIZACIÓN

En los años ochenta, Bralo impulsó su proceso de expansión regional. Los movimientos más importantes se llevan a cabo en el ámbito nacional, promoviéndose la expansión por todo el territorio español. Se consolida la actividad de la compañía como líder del mercado.

A mediados de los 80 comienzan las exportaciones a Francia, Portugal, Bélgica, Suecia y Austria, abriéndose un periodo de internacionalización.

1990 – MODERNIZACIÓN Y CONSOLIDACIÓN INTERNACIONAL

El 19 de mayo del año 1995 la sede del Grupo se traslada a la localidad madrileña de Pinto. Unas instalaciones de 12.000 m² y una plantilla que ha crecido hasta los 90 empleados, aumentan la capacidad productiva de Bralo hasta los 2.700 millones de piezas al año.

A finales de los noventa se sientan las bases de un sistema logístico adecuado al fuerte ritmo de crecimiento previsto. Se amplían las instalaciones de Madrid. Los trabajos pasan por renovar la fábrica original y por la construcción de un nuevo almacén en unos terrenos contiguos.

En esta década se establecen las delegaciones de Francia (91), Portugal (95), Méjico (96), y República Checa (97). La empresa es reconocida en 1997 con el Premio a la Exportación que otorga el ICEX.

2000 – CERTIFICACIONES PARA AUTOMOCIÓN Y NUEVA PLANTA PRODUCTIVA

Con la llegada del nuevo milenio la expansión del Grupo Bralo fue aún más significativa. En el periodo 2001-2004 Bralo experimentó un fuerte crecimiento por encima de la media del sector, gracias a un modelo de negocio diferencial y a una mayor presencia en mercados internacionales, apoyada en la creación de nuevas delegaciones.

En esta década se abren las delegaciones de Reino Unido (2001), Alemania (2002), Italia y Turquía (2004), y BRALO obtiene las certificaciones TUV RHEINLAND GROUP VDA 6.1 (2000), y la ISO TS 16949 (2003).

En el mes de mayo de 2006 BRALO toma la decisión de acometer, por fases, el nuevo proyecto en China. Esta decisión tomada después de un profundo estudio de viabilidad en el que se incluyeron otras alternativas, tuvo como resultado la construcción de una planta de fabricación en Ningbo.

En 2007 Basilio López recibe un reconocimiento de la Fundación Txema Elorza por sus valores humanos y su trayectoria profesional en el mundo de la ferretería y el bricolaje.

2010 – CONSOLIDACIÓN INTERNACIONAL Y COMPROMISO MEDIOAMBIENTAL

En 2016 BRALO obtiene la certificación ISO 14001, gracias a su compromiso en la preservación del medioambiente y el desarrollo sostenible, realizando una gestión activa de todas sus actividades tanto en el uso de recursos y reciclado de materiales como en la gestión medioambiental de sus procesos productivos.

En la actualidad, es una empresa tecnológica que aplica soluciones innovadoras de fijación en los sectores de la construcción, automoción, energías renovables y electrodomésticos, aportando valor a largo plazo a sus clientes desde una gestión caracterizada por el fomento de la innovación, la responsabilidad social, el rigor y el compromiso. Con plantas de producción propias en 3 continentes, delegaciones en 10 países, y clientes en más de 60 países, BRALO se ha consolidado como una marca de referencia en la industria de la fijación.